Llegó el momento de conocer el desenlace de Madame Noé y los Animales y el capítulo 10 tuvo a Muna Zul en la musicalización.
Para grabar sus pistas Sandra, Dora y Leyka, además de sus voces, utilizaron una armónica, un xilófono, unas claves, una kalimba y hasta una botella de agua.
En lo particular, el sonido de la kalimba es mágico: etéreo, dulce y melancólico a la vez. Este instrumento es de origen africano y recibe diferentes nombres, según los países y pueblos: malimba, mbira, kisaanji, likembe, sanza, etc.
Tiene un juego de laminillas de diferente longitud y material, duras pero flexibles, como las de metal o de caña. Están fijadas a un puente por un extremo, y tienen libre el otro, de forma que producen sonidos al ser pulsadas con los dedos por los extremos libres.
Las dimensiones de las láminas determinan las frecuencias a las que pueden vibrar, lo que se traduce en las notas diferentes que pueden dar. Así, variar el tono o afinar el instrumento equivale a alargar o disminuir la longitud de las placas.
La caja de resonancia en la que está empotrado el puente puede tener multitud de formas y ser de diferentes materiales. Se sujeta con las dos manos y se toca con los dedos pulgares.
Leyka tocó la kalimba para una pista hermosa, Dora se divirtió mucho grabando una divertida recreación de borrachera y Sandra nos impresionó con su voz para la pista final: las tres son mujeres muy creativas y talentosas.
Escúchalas mañana viernes 30 de julio a las 10 am por el 96.1 de FM, Radio UNAM
